viernes, 23 de agosto de 2013

Cuenta regresiva de Sergio Gaut vel Hartman

39 - Asesino
Era un tío de cuidado, hermano de las sombras, hijo de la maldad. Pero un día pensó en regenerarse y empezó a estudiar matemáticas, la madre de todas las ciencias. A la semana degolló a todos los números primos.

38 – Intercaladas
Se citaron a las siete y los separaban siete cuadras, por lo que calculó que demoraría siete minutos. Pero a su paso se intercalaron siete nuevas calles. Llegó a las siete y siete. Y ella ya no estaba.

37 - País imaginario
Fundó una nación en su mente; la llamó Heliconia. los parientes recibieron títulos nobiliarios, la nieta dibujó la bandera y los hijos se pelearon por la corona. Pero él fue feliz; cuando murió lo enterraron allí mismo.

36 – Un artículo muy práctico
—¡Antisemita! —se enfureció el rabino.
—¿Por qué? —dijo el cómico.
—Sólo los judíos podemos contar chistes de judíos.
—Ah, bueno, disculpe.
—¿Le conté el de aquel marroquinero que usaba los prepucios para fabricar maletas de bolsillo?

35 - Distancia
A medida que se aleja del espejo, la imagen se va sintiendo mejor, más libre, plena. Pero no tarda en extraviarse por las laberínticas calles de la ciudad. Por suerte consigue un trabajo de sombra.

34 - Expedición
Los astronautas descendieron en un planeta vacío, liso y reluciente como una esfera de marfil. El taco golpeó en el lugar en el que estaba posada la nave y aplastó a todos sus ocupantes.

33 - Mitin
Roberto Fontanarrosa y Osvaldo Soriano se encuentran en el más allá. Toman café. Hablan de fútbol. La literatura, bien, gracias. ¿A quién le importa la literatura cuando juegan Rosario Central y San Lorenzo?

32 - Nonagenario
Quería un lindo cumpleaños para sus primeros noventa, por lo que invitó a los numerosos primos que poseía. Pero tuvo un acto fallido y escribió: "invito a mis números primos". Vinieron todos...

31 - Rizando palabras
—Lo mejor de las reglas se aprecia en las excepciones —dijo Sturgeon.
—¡Usted es un menstruo, profe, un verdadero menstruo —aduló George Smith, el personaje de "Un poco de tu sangre".

30 - La historia de Paty
Molido a la vista por las hélices de un helicóptero, el soldado Paty McDonald conoció por fin la gloria como hamburguesa y fue aclamado por sus camaradas durante la cena.

29 – Solución final
En el planeta Blatido la especie dominante decidió exterminar a todos los seres inferiores. Pero los humanos resultaron ser duros como cucarachas y las cucarachas tan ineptas como humanos.

28 - Recurso extremo
—¿Qué numero es emergencias? —Dios sacudió el teléfono como si fuera una maraca.
—7282627 —dijo el ángel.
—¿Atenderá?
El ángel se encogió de hombros y movió las alas.

27 – Empecinado
El tipo quería escribir una microficción de veintisiete palabras. Pero cada vez que las contaba descubría que el número era diferente. Resolvió el problema asesinando a siete.

26 - Móvil Da Vinci
Escribe una microficción en su teléfono móvil. A continuación abre El código da Vinci en la página 87 y lee este mensaje: “¿Vienes a cenar, querido?

25 – Cuestión de tamaño
—¿De cuanto queda? El más largo de todos.
—De veinticinco.
—Veamos si le calza.
—Corto; sólo tiene dieciocho.
—No, se equivoca, son justo veinticinco palabras.

24 – De huevos y palabras
—Con dos docenas de palabras no se puede escribir una ficción.
—Haga de cuenta que son huevos, cásquelas, bátalas y fríase una buena tortilla.

23 - Liliput y Brobdingnag.
Se encuentran Swift y Gulliver en una calle de Dublín.
—Lo hacía más alto —dice Lemuel.
—Yo lo hacía más bajo —replica Jonathan.

22 – Dos patitos
Esta microficción no está referida a Dios, el Apocalipsis, fantasmas o vampiros. Está vacía porque la idea era escribirla de veintidós palabras.

21 – Viajero bradburiano
—¿Adónde viaja, profesor?
—Al 2 de mayo de – 101.405.034. Impediré que muera una mariposa decisiva en la carrera de nuestro líder.

20 - En la agencia de empleos
 —¿Su nombre?
—D’Artagnan
—¿Qué pretende?
—Quiero ser mosquetero.
—¿Sabe manejar el florete?
—Sé disparar mosquetes.
—Que pase el que sigue.

19 - Uno de alienígenas
—Y los invasores del planeta Tierra llegaron a nuestro mundo, hijo, exterminaron a nuestra gente y destruyeron la civilización.

18 – Simetrías
—Yo soy Juan, del planeta Tierra.
—Yo soy Tierra, del planeta Juan.
—Y yo soy un espejo, tontos.

17 - Un volcán
—¿Tiene fuego?
Hefaistos miró con expresión furibunda a Cupido, y a su cigarrillo.
—¿Me estás cargando, mocoso?

16 - Bruja
Harry Potter se casó, y toda su magia no pudo contra los sortilegios de su mujer.

15 – Una boda famosa
—Madre, ¿no le parece que sería mejor Coca Cola? Todos estos vagos, borrachos… no sé…

14 – Trece palabras
Escribir un cuento de trece palabras trae mala suerte. Por eso este tiene catorce.

13 - Sopa de letras
El hombre falleció de repente. En la última cucharada se leía: “su turno”.

12 – El más difícil es el último
El corazón latió 2.999.999 veces durante la vida. No hubo vez 3.000.000.

11 – Un sueño de Magritte
El paraguas ascendió flotando al cielo y la lluvia retrocedió amedrentada.

10 - En la vinoteca beduina
—¿Usted cree que le agregamos agua al vino? ¡Por favor!

9 - Plagiario ineficaz
De un sitio en La Mancha que no recuerdo…

8 – Novela de ciencia ficción condensada
Los extraterrestres conquistaron la Tierra. ¡Un gran aplauso!

7 – Siete
—¿Cuántos eran los samurai?
—No lo sé.

6 – El fin del mundo, según Dios
—¿Y si me hago una siestita?

5 - Problemas en el reino celestial
—¿Cómo que perdiste las llaves?

4 - Universo con desperfectos
—Disque 3467 y espere.

3 – Rebobinando el Génesis
—¡Zul al esagáh!

2 - Apocalipsis en el tablero
—¡Jaque mate!

1 – Problemas de discriminación racial en Tau Ceti 4
—¡Humano!

0 - Un trillón de años después del fin del universo


La imagen que ilustra esta entrada de RP pertenece a una obra de Eleonora Butin llamada "Válvulas". http://www.eleonorabutin.com.ar/




sábado, 17 de agosto de 2013

Cuenta regresiva de varios autores N° 6



39 - Homenaje a Oscar Wilde - Gilda Manso
El hermoso retrato envejece y él permanece siempre joven. Yo, una mujer normal, me lleno de arrugas mientras mi amado parece mi hijo, luego mi nieto. Un consejo: nunca te enamores de un personaje literario; cuanto más inmortal, peor.

38 - Actitud - Miguel Dorelo
Dejar de lado los miedos, encarar molinos de viento con el firme convencimiento de derrotarlos no es para cualquiera; cobardes: abstenerse de intentarlo. Que lo imposible sea lo utópico no es una mala manera de encarar la vida.

37 - Cuento de miedo – Sergio Gaut vel Hartman
Al despertar, tras una noche de sueño intranquilo, Gregor Samsa descubrió que Chuan Tzu era un enorme insecto que le vendía zapatos de bebé a una mariposa convertida en dinosaurio. Cuando encendió la luz todavía estaba allí.

36 - Ciberjerarquía – Héctor Ranea & Sergio Gaut vel Hartman
El ordenador empezó a perpetrar imprevistos. Despertó un camionero dormido en la ruta, espabiló a una garza y un paisano vio un rayo que no tenía que haber visto. El ordenador de control tuvo que quemarlo.

35 – Trampa – Esteban Dublín
El infiltrado le dio la señal al policía para que atrapara al delincuente. El policía entró a escena y disparó. El infiltrado cayó tendido. Ambos policías se sonrieron y huyeron como los delincuentes que eran.

34 - Historia del pequeño cuarto rabino - Ricardo Lindo
—Mira papá —dijo el niño marciano— ha caído un bichito en mi vaso.
El padre lo sacó con un cucharilla y contempló los últimos estertores de un insecto cuadrúpedo y barbudo de naturaleza desconocida.

33 - Handle with care - Héctor Ranea
Eso decía el paquete, así que lo abrí cuidadosamente. Venía un libro raro, pero no sabía que fuera tan delicado. Era una historia dibujada por Hokusai sobre alas de mariposa. Llegaron, claro, destruidas.

32 - César Vallejo
Yo nací un día que Dios estuvo enfermo. Todos saben que vivo, que soy malo; y no saben del diciembre de ese enero. Pues yo nací un día que Dios estuvo enfermo.

31 - Fábula en miniatura - Marco Denevi
Los lobos, disfrazados de corderos, entraron en el redil y empezaron a murmurar al oído de las ovejas:
"Hemos sabido, de muy buena fuente, que el perro es un lobo disfrazado".

30 - El crimen perfecto - René Avilés Fabila
El crimen perfecto —dijo a la concurrencia el escritor de novelas policíacas— aquel donde no hay a quien perseguir, donde el culpable queda sin castigo; es, desde luego, el suicidio.

29 - Dueño de hombre - Héctor Ranea
En la ciudad, los hombres se dividen entre los libres, que recolectan las basuras de otros y los poseídos, que arman un paquete con la basura de los otros.

28 - José Luis Zárate
Le di los mejores años de mi vida al Ministerio de la Verdad. Con miedo espero mi jubilación, en la que tendré que empezar a decir la verdad.

27 - ¡No, no y no! ¡No lo mando nada!- Héctor Ranea
Sor Etelvina no quiso saber nada con el jueguito de mandar al 2020 una adivinanza para ver cómo te llaman en la escuela. Ya tenía bastante sobrenombre.

26 - Rebeldía – Sergio Gaut vel Hartman
El organismo del alcohólico tomó conciencia de sí mismo y decidió operar por su cuenta.
—Basta de vodka —dijo el hígado—. Dame un bourbon triple.

25 - Francisco Tario
Aunque para atestiguar que el hombre no es tan exigua cosa como se pretende fueron creados el bailarín de ballet, el sepulturero y el limpiabotas.

24 – Sempiternos – Oriana Pickmann
La muerte vino, como correspondía, a llevarme. Cuando cruzó el umbral de mi casa, tropezó, cayó y dejó de ser. Nos hemos vuelto inmortales.

23 – A lo dicho, pecho – Nanim Rekacz
Acostumbrado a editar lo escrito antes de publicarlo, pretendió el político eliminar las palabras pronunciadas.
–Olviden mis palabras –rogó al público.
Fue inútil.

22 - El tren - Saturnino Rodríguez Riverón
En los minicuentos de dos líneas, el título actúa como locomotora, empujando. En los de una sola línea, son lógicos los descarrilamientos.

21 - El mundo - Juan José Arreola
Dios todavía no ha creado el mundo; sólo está imaginándolo, como entre sueños. Por eso el mundo es perfecto, pero confuso.

20 - José Luis Zárate
Retiramos los cuerpos, tomamos sus identificaciones, leemos el nombre de quienes somos ahora, podemos afirmar que nadie ha muerto jamás.

19 - El Cid y Jimena - Marco Denevi
Se amaron después de tantas dificultades que en el lecho nupcial les pareció que amarse no valía gran cosa.

18 - Censura - José Luis Zárate
Con igual alegría usaban sus cuters y tijeras para cortar las partes ofensivas de libros, periódicos, cartas, tatuajes…

17 - Ramón Gómez de la Serna
La serpiente mide el bosque para saber cuántos metros tiene y decírselo al ángel de las estadísticas.

16 - Ramón Gómez de la Serna
El que llama a los delitos "hechos delictuosos" es uno de esos que beben "bebidas espirituosas".

15-Actitud- Miguel Dorelo
Que lo imposible sea lo utópico no es una mala manera de encarar la vida.

14 - Javier López
No reparaba en los pequeños desperfectos, hasta que ya los grandes daños fueron irreparables.

13 - Rafael Vázquez
Diacronía sensitiva: siento una hora tarde tu puñal y me creo tus besos.

12 - Javier López
Acabé con los dos. El loro repetía los reproches de mi esposa.

11 - Natural - Antonio J. Cebrián
Era un hombre cultivado. Murió porque durante tres días olvidaron regarlo.

10 - Javier López
Los libros de botánica han echado raíces en mi biblioteca.

9 - Ramón Gómez de la Serna
El femenino del "otro yo" es el "otro ya".

8 - Efecto mariposa - Saturnino Rodríguez Riverón
Al despertar, Chaung-Tzu formuló la teoría del caos.

7 - Inverosímil - Oriana Pickmann
Entre el sol y yo, mi sombra.

6 - Rafael Vázquez
No está hecho añicos, es así.

5 - Rafael Vázquez
Aquel río tenía tres orillas.

4 - No dejes para mañana - Gilda Manso
Lo haré pasado mañana.

3 - Mágicas palabras maternales - María del Pilar Jorge
Está la comida.

2 - Gilda Manso
Intento nuevamente.

1 - Un final inesperado - Antonio J. Cebrián
Fin.

0 - ¡Falla de ignición! Detengan la cuen… - Sergio Gaut vel Hartman





Ilustración: Les grâces naturelles, de René Margritte.

Cuenta regresiva de varios autores N° 5



39 - Correcciones en la línea temporal – Sergio Gaut vel Hartman
—¿Admite que su imprudencia pudo haber mandado el universo por el desagüe?
Adolf Shickelgruberhoffenhausen, el viajero del tiempo contempló desafiante a su interlocutor.
—¿Qué podía hacer que no fuera matarlo, profesor Monterroso? Cuando llegué el dinosaurio todavía estaba allí.

38 - Otra historia de amor – María del Pilar Jorge
Lo encontró en un negocio de libros usados. Atraída por el dibujo de la tapa, lo compró. Más tarde, perdida en el embrujo del relato, descubrió que la historia de su vida se encontraba resumida en esas páginas.

37 - Los verdaderos motivos – Sergio Gaut vel Hartman
Los alienígenas bajaron en Washington, Londres, París, Berlín y Beijing.
—¿Son de Marte?
—¿Marte? —El omnitraductor intergaláctico era una maravilla.
—¿Vienen a invadir la Tierra?
—¿Invadir?
—Entonces, ¿a qué vinieron?
—Captamos sus emisiones de televisión.
—Ah, eso.

36 - Organito - Héctor Ranea
Lo escuchamos en Coyoacán. Nos gustó. Esa tarde, en el Zócalo, ahí estaba, como siguiéndonos, sonando su organito. De tarde lo oímos en Tlatelolco. Huimos despavoridos. Al volver la vista atrás no había senda que pisar.

35 - Mito - Esteban Dublín
—¡Cuántas veces tengo que decirle que los castillos en el aire no existen, niño! ¡Que son un invento barato de los fantasiosos!
—¡Pero, papá! —replicó el pequeño unicornio—. ¡Juraría que acabo de ver uno!

34 – Juegos divinos – Oriana Pickmann
Los aldeanos talaron árboles, labraron la tierra y recolectaron minerales. Pero no podían comprender el significado de esa barra de color verde sobre sus cabezas. Dios era un adicto jugador de Age of Empires.

33 - Samanta Ortega
El héroe necesita su costado humano. Ese que nos haga ver que de sus ojos también brotarán lágrimas, aunque no lleguen a traspasar sus bordes. De lo contrario nunca será héroe sino villano.

32 - Duda - Héctor Ranea
Leí lo escrito sobre el ano divinorum y me vinieron convulsiones y un líquido distópico salió de mis narices. La ambulancia para llevarme a un hospital la maneja un zombie. ¿Debo creerle?

31 - Francisco Tario
El canto de un pajarito o el imperceptible aleteo de una nube pudieron ser suficientes aquella mañana para que todo hubiese concluido. Para que tú y yo hubiésemos concluido, quiero decir.

30 - Nunca como el avestruz - Miguel Dorelo
Esconder la cabeza profundamente, no ver ni escuchar lo que nos provoca dolor, nunca es una buena estrategia. Animarse a mirar de frente, a sostener la mirada siempre será mejor.

29 - José Luis Zárate
En la TV, impreso: El Gran Hermano te observa. En la radio: el GH te escucha. En la cama no dice nada pero yo prefiero dormir en el suelo.

28 - Rayo - Héctor Ranea
La luz de un rayo deslumbra a millones de luciérnagas que deciden copular bajo su embrujo. Los huevos de esos días generarán un insecto eléctrico mutante. Algún día.

27 - El octavo día - Antonio J. Cebrián
Terminado su descanso, Dios despertó y dijo:
—¿En qué abominación se ha transformado la nube de partículas que creé para darme baños cuánticos?
Y lo destruyó todo.

26 - Francisco Tario
El libro, el amigo del hombre. El perro, el amigo del hombre. La tierra, madre del hombre. El hombre, hermano del hombre. ¡Endiablado lío de parentescos!

25 - José Luis Zárate
Pocos saben que el Gran Hermano se observa, mira cada gesto, se da cuenta de lo inmensamente culpable que luce. El Gran Hermano se denuncia.

24 - A manos llenas - Javier López
Te di todo lo bueno, todo lo humano, todo lo hermoso que había en mí. Ahora no te quejes de que soy un desalmado.

23 - Rafael Vázquez
A medida que avanzaba el sueño las ovejas se iban tornando más ingobernables y de naturaleza más mudable, haciendo más difícil el recuento.

22 - En teoría - Saturnino Rodríguez Riverón
Un relato hiperbreve asistió al Congreso de Minificciones, y agradeció a los académicos presentes cuanto no habían hecho por su crecimiento personal.

21 - Rafael Vázquez
Las cosas muertas esparcen su simiente por los camposantos del aire como polillas macabras que se adherirán hambrientas a las cosas.

20 - Certamen literario - Saturnino Rodríguez Riverón
Detuvo los cronómetros por debajo de los nueve segundos. Los organizadores del evento la calificaron como una ficción muy rápida.

19 - ¿Así o asá? - Samanta Ortega
Del oficio nace el ocio, como bien nos enseñan. Aunque estoy convencida que en los comienzos fue al revés.

18 - Javier López
Las estrellas son agujeritos en el cielo nocturno, por los que se cuela la luz del verdadero universo.

17 - Oriana Pickmann
Me concedió el amor. Pero su condición de estrella fugaz no le permitía pensar en cosas duraderas.

16 - Ramón Gómez de la Serna
Hay ventiladores que se sienten obispos y no hacen más que dar bendiciones a su alrededor.

15 - Recurso extremo – Sergio Gaut vel Hartman
—¿Los androides sueñan con ovejas eléctricas, señor Dick?
—Sólo cuando tienen insomnio —respondió el escritor.

14 - Juventud – María del Pilar Jorge
Tenía la cabeza llena de pájaros y el corazón repleto de fantasiosas ilusiones fugaces.

13 - Pesadilla - Oriana Pickmann
El Ave Fénix sueña que el viento esparce las cenizas hasta el infinito.

12 - El mundo – Esteban Dublín
Cuando abrió los ojos, se dio cuenta de que prefería la ceguera.

11-Sinceramente tuyo - Miguel Dorelo
Hacé de mi lo que quieras, pero por favor, no abuses.

10 – Era un careta – Nanim Rekacz
Cuando se sacó la máscara, abajo no tenía cara.
–¡Descarado!

9 – Culinaria – Nanim Rekacz
Los crédulos son el alimento preferido de los dioses.

8 - José Luis Zárate
Cuando despertó el dinosaurio todavía estaba ahí, masticando.

7 - Ramón Gómez de la Serna
El murciélago vuela con la capa puesta.


5 - Rafael Vázquez
Biblioteca: jardín botánico de pensamientos.

4 - No dejes para mañana - Gilda Manso
Lo haré pasado mañana.

3 - Lepidóptero - Saturnino Rodríguez Riverón
Oruga. Crisálida. Chuang-Tzu.

2 – Acentuada diferencia – Nanim Rekacz
–Amen.
–Amén.

1 - Los reyes no existen - Gilda Manso
Ufa.

0- Yo no participo de esta cuenta regresiva - Saurio


La ilustración es del pintor iraní Iman Maleki

jueves, 15 de agosto de 2013

Cuenta regresiva especial de 100 entradas N° 1


99 - Una sesión de numerología - Sergio Gaut vel Hartman

—Los números gobiernan todo lo que existe —dijo el numerólogo muy convencido—. Dígame su fecha de nacimiento.
—Veintiocho de septiembre del cuarenta y siete.
—De mil novecientos cuarenta y siete.
—Y, sí; no podría ser de mil ochocientos cuarenta y siete —repliqué bastante amoscado.
—¿Cuántas letras tiene su nombre? —insistió el numerólogo sin acusar recibo.
—Seis.
—¿Y su apellido?
—Nueve.
—Multiplique 28.091.947 por 69.
—Eso da... 1.938.344.343.
—Son sus segundos de vida. Algo más de sesenta y un años.
—¡Imposible! Si fuera así significa que morí hace... unos cinco años.
—¿Y quién le asegura que no ha sido así?

98 - Roles invertidos - Sergio Gaut vel Hartman

—Ya que mi problema no tiene solución —dijo Gregor Samsa apoyado en uno de sus codos —dejaré esta terapia y empezaré un taller literario.
Kafka golpeó la pipa contra el borde de una maceta de cerámica que le había regalado Einstein y se empujó los anteojos usando el dedo índice. —Usted introyecta un deseo infantil para luego sublimarlo cucarachilmente —explicó el terapeuta.
—Me he transformado en escarabajo, doctor, no en cucaracha. Su percepción de mi problema es pobre. ¿Por qué no se dedica a la literatura? Es un territorio menos exigente, más ambiguo.
—Yo quería ser entomólogo —sollozó Kafka.

97 - Insistente - Sergio Gaut vel Hartman

—¿En cuánto tiempo escribe una microficción?
—Lo que demora el ómnibus desde mi casa al estudio.
—¿En cuánto tiempo se lee?
—La mitad del tiempo que tarda en escribirse.
—¿Y durante cuánto tiempo se disfruta?
—No se disfruta, se padece, en especial si usted es un personaje preguntón y fastidioso y el escritor da un giro para deslizarse hacia la tragedia cuando lo elimina clavándole un cuchillo en la carótida.
—Los personajes no tenémos carótida, no podemos desangrarnos.
—¡Cállese! Eso lo decide el escritor. Y usted, a partir de este momento, tiene carótida... y yo tengo cuchillo.

96 - Derrumbe - Silvia Milos

Cuando la gran ola vino llenó de polvo el edificio. Cayó sobre los cuartos y cubrió los pasillos hasta sepultarlos. Puso una sábana sucia sobre la gente y persiguió a los que tenían vida. Estábamos bajando y la escuchábamos; era un infierno. Estábamos bajando, el ascensor se detuvo, y nos miramos, como si fuéramos niños. Corrimos hasta encontrarnos en un abrazo, y así esperarla a que nos alcanzara con sus uñas de piedra. Cuando la gran ola llegó al fin, nos quiso separar, pero no pudo. Y, terca, nos llevó juntos. Nosotros, que ni nos conocíamos.

95 - No hay peor sordo - Sergio Gaut vel Hartman

—¿Se dedica a la música aunque es sordo?
—¿Qué dice? Soy sordo; no le oigo.
—Es lo que le digo: usted es sordo.
—Es inútil, señor Freud; creo que no podrá ayudarme porque no oigo lo que me dice.
—Se confunde, señor Beethoven; no soy Freud, soy Borges, el escritor. —Y para estar seguro de que su interlocutor lo entiende, garabatea en su tarjeta: “no soy Freud; soy Jorge Luis Borges, el escritor”.
—Usted está confundido —dice el sordo—; yo no soy Beethoven sino Silvio Berlusconi, el intérprete de las más bellas canciones románticas.

94 - Dioses modernos - Sergio Gaut vel Hartman

—Mire qué maravilla —dijo Odin señalando la vasta extensión alambrada que contenía barracas, hornos crematorios y cámaras de gas—. Esta tecnología nos habría ahorrado un montón de batallas, pendencias y traiciones.
—¿Le parece? —Zeus leyó el cartel que decía “El trabajo te hará libre”—. Más bien parece un complejo industrial.
—Sí —suspiró el nórdico a punto de perder la paciencia—. Aquí se fabrican los truenos de la Sexta de Beethoven y el galope de los caballos de las valkirias de Wagner.
—¿No me diga? Es que tengo tan poco oído musical

93 - Inseguridad - Héctor Ranea

—¡Abrí un texto, ya!
—No acepto —dije—. ¡Máteme si quiere!
Me había amenazado de muerte varias veces.
—¡Será aún mejor que matarte, pelafustán!
Alarmado por el uso de semejante palabra, le prometí que abriría un texto nuevo, pero en realidad, aproveché su ignorancia y apagué la laptop. El tipo seguía ahí. Yo no lo podía creer, pero seguía firme y demandante.
A decir verdad, por primera vez un personaje de mis cuentos permanecía dentro de mí después de apagar la computadora. Cerré mis ojos. El resplandor del disparo me encegueció. Literariamente, digo.

92 - Espacio Vectorial - Christian Lisboa

X se desplazaba desde A hacia B con aire distraído, al mismo tiempo que Y se dirigía en sentido contrario, de B hacia A, atrasado y ansioso. Simultáneamente, Z partía desde el punto C hacia D en una trayectoria que intersectaba la recta A-B, con los sentidos alterados por una dosis extra de K. La suma de factores distracción, ansiedad y alteración fue la causa de un impacto triple en el cruce de las dos rectas. En el hospital aún intentan separar miembros y órganos que pertenecieron a X, Y, y Z.

91 - El espejo del baño - Virginia Cortes

—¿Quién es ese del espejo del baño? Me observa con malicia cada mañana. Descalifica notablemente cómo me cepillo los dientes. Sacude su bigote desaprobatoriamente si intento maquillarme de manera llamativa. Babea libidinosamente cuando salgo de la ducha. Jamás replica mis gestos. A veces ya está allí cuando yo entro al baño y otras ni aparece. Resuélvame este entuerto, ¡por favor!
—Ya le dije un millón de veces que en el baño no hay ningún espejo.
—¡A mí no me dijo nada usted! ¡Es la primera vez que llamo a esta inmobiliaria!

90 - Ochenta - Sergio Gaut vel Hartman

Una mujer de setenta años lee una novela en la que una mujer de sesenta años engaña a su marido de cincuenta años con un repartidor de pizzas de cuarenta años. En la página treinta, sin embargo, una banda de veinte pandilleros asalta a la mujer y la hiere en diez lugares diferentes del cuerpo y la deja tendida en la calle. Los paramédicos deciden que las posibilidades de supervivencia de la mujer son cercanas a cero, por lo que la lectora cierra el libro y se va a dormir.

89 - El verdadero fin del mundo - Sergio Gaut vel Hartman

El verdadero fin del mundo no se produjo por una lluvia de asteroides gigantes, por un terremoto grado diez en la escala de Richter que rajó la Tierra de lado a lado, por el envenenamiento de los océanos, por la fusión de los casquetes polares y la consiguiente inundación, por la evaporación de los mares o por un huracán venido del espacio. Nada de eso. El fin del mundo se produjo, tal como vaticinaron los mayas, el día que se cayeron (al mismo tiempo) Facebook, Hotmail, Twitter y Google.

88 - Inadvertidamente - Sergio Gaut vel Hartman

El microcuentista escribía sus ficciones en servilletas de papel, en el teléfono móvil, en los azulejos del baño. Pero el desdichado ignoraba que así como sus borradores tenían destino de nada, de vacío, su propia vida, un borrador más patético todavía, pergeñado por el peor chapucero, creador de las galaxias y los paramecios, termina en este mismo momento, cuando se desliza de la carpeta que lo contiene y es arrastrado por una corriente, se precipita en un agujero negro y es deglutido sin miramientos por una rata cósmica.

87 - Vacío perfecto - Sergio Gaut vel Hartman

Contemplé a la solipsita que escribía sus habituales futilidades flotando sobre una masa de frases vacías. Cosas como: “Mi espíritu despojado de carne y transido por la pena deja su estela sobre las olas del mar”.
—¡No resisto más! —exclamé alzando los ojos al cielo. Entonces Iduastep, el dios de los solipsitas, se apiadó de mí y abdujo a la pecadora, pero lo hizo con tanta torpeza que sus palabras obvias y vacías siguieron contaminando la atmósfera y la vida en nuestro planeta se extinguió para siempre.

86 - La sombra sobre Upstown - Sergio Gaut vel Hartman

—¿Usted sabe qué es el bruxismo?
—Es el hábito involuntario de rechinar los dientes sin motivo. ¿Por qué?
—Es una palabra que quedó tintineando en mi mente. Me gustaría usarla en una ficción.
—¿Seguro? ¿Qué es lo que está masticando?
—El miedo que usted me infunde, abominable ser lovecraftiano.
—¡Maldición! ¿Cómo se dio cuenta?
—¿Qué otra cosa puede ser una criatura de pesadilla como usted, engendro execrable?
—¡No me haga reír! Usted no llega a los tobillos del maestro.
—Pero logré escribir una microficción con bruxismo...

85 - Intervalo - Héctor Ranea

El que estaba en mi baño esa noche me miró desolado, como si lo hubiera pescado en falta. Pero pasé a través de él como si no existiera ya que iba, después de todo, a mear, no a confesar fantasmas. Él gesticulaba como si lo estuviese mojando, enojado, asustado. No hice caso. Tenía que volver a dormir y los fantasmas, a esa hora, me resultan aburridos. A la mañana siguiente llegué tarde al trabajo: había muerto. El presunto fantasma, supe después, era mi hermano vivo.

84 - Doblete - Sergio Gaut vel Hartman

—¿En qué puedo ayudarla? —dijo el doctor Freud franqueando el paso de la joven a su consultorio.
—Soy Greta Samsa, la hermana de Gregor.
—Ajá —comentó el famoso psicoanalista que no tenía la menor noticia de la existencia de una familia Samsa en Viena.
—Lucho contra la fuerte atracción que siento por mi hermano —agregó Greta sin rodeos.
—Ah, pulsiones incestuosas. Podemos tratar eso.
—No es tan simple, doctor Freud —refutó la joven—; me tendrá que tratar por incesto y zoofilia al mismo tiempo.

83 - El duende - Sergio Gaut Vel Hartman

—Hoy hacen descuentos de hasta el 40% con la tarjeta Descuencard en indumentaria femenina, querido —dijo la mujer mirando anhelante a su esposo—. Y un 25% pagando los electrodomésticos con débito del Banco Galaxy. Las alfombras están dos por uno con Miticard y en sillones de jardín hasta...
—¡Basta! ¿Adónde es ese aquelarre?
—En el shopping Central, por supuesto.
—Vas a reventar la tarjeta comprando todo eso. Hasta un duende tuerto y cojo, te vas a comprar.
—No, tonto, los duendes no existen.

82 - Dos estaciones - Sergio Fabián Salinas Sixtos

Verano conoce a Invierno y se hacen amigos, van de noche a los museos, comparten el café con churros y discuten de cine y libros —a veces airados—, ríen por nimiedades. Tienen hábitos que no rompen, códigos secretos que sólo ellos conocen y reconocen; pero un día todo termina. Verano conoce a una mujer de nombre floral: ella lo absorbe y lo chupa. Una tarde Invierno sale a dar un paseo y se encuentra con los huesos viejos y cenizos de Verano.

81 - Cuento absurdo y futbolero - Sergio Gaut vel Hartman

Ubaldino Casinada consideró que el método que había elegido para suicidarse resultaría infalible: se puso la camiseta de River, se mezcló con la barra brava de Boca y se pinzó la nariz con dos dedos en el momento en que los de la banda roja convirtieron el único gol del partido, en tiempo de descuento. Pero se equivocó. No me pregunten en qué se equivocó porque no lo sé. Lo único que puedo decirles es que regresó a su casa ileso.

80 - Opiniones acerca del colapso global - Sergio Gaut vel Hartman

—Un colapso global —dijo Clarke—; es una crisis que marcará el fin de la infancia de la humanidad.
—No —replicó Lem—. Es un fiasco, un vacío perfecto, un valor imaginario.
—Un colapso global —reflexionó Dick—, es un laberinto mortal, la divina invasión de los seres de Frolik 8 que esperábamos desde que el gran profeta Blodmooney pronunció la penúltima verdad.
—Están equivocados, todos —refutó Sturgeon—. El hombre, a partir del colapso global será más que humano.

79 - Náufragos - Sergio Gaut vel Hartman

—Defoe era un imbécil. Ese Viernes

—A mí ni siquiera eso. Homero me hizo naufragar con cerdos, con brujas, con gigantes de un solo ojo

—¿Ustedes se quejan? ¿Por qué no repasan lo que pergeñó Swift?
—Muchachos, muchachos. Yo tenía una pelota por única compañía. Pero no reneguemos de nuestros creadores. Vivamos el presente y agradezcamos que esta vez estamos todos juntos en una isla y que podemos jugar nuestras partidas de póker sin interferencias. Abro con cien mil

78 - Los Enjambres del Insomnio - Virginia Cortés

Ahí vienen de nuevo. Siento sus patitas, minúsculas e invisibles, subiendo por mi pierna derecha. Pronto los zumbidos falaces me colman la mente. Cantidad de aguijones fantásticos comienzan a clavarse en mis manos estáticas. Esperan a ese momento entre el sueño y la vigilia en el que mi cerebro no logra comandar a mi cuerpo. Sé que son imaginarios, por lo que nada puede defenderme de ellos. Cuando la picazón se vuelve insoportable acabo de despertar. Así trabajan.

77 - Buenas Noches - Virginia Cortes

Arropo a mi tierna hija y le beso la frente al acostarla. Ella me pide, atribulada, que me fije que no haya monstruos debajo de su cama. “No hay nada, mi amor” le aseguro mientras miro rápidamente. Más tranquila, alarga uno de sus bellos tentáculos violáceos y se lleva a la boquita principal medio ratón acaramelado que había dejado a medio comer. Le diría algo, pero a mí también me da por comer dulces antes de dormirme.

76 - El valor de un alma - Fernando Andrés Puga

Cuando en medio del desierto escuchó semejante oferta, no dudó. Con lo que ese loco disfrazado de rojo y con cuernos le ofrecía, podía financiar con creces la revolución que venía pergeñando y llevar a la humanidad a un estadio de mayor felicidad. Después de todo el nunca creyó tener una, así que nada perdería en la transacción.
Al morir, lo declararon santo. Es más, dio nacimiento a una nueva religión que perdura hasta nuestros días.

75 - Otros hermanos - Sergio Gaut vel Hartman

Muy pocos saben que, en paralelo con la carrera de los hermanos Marx, hubo otros hermanos que probaron suerte en las tablas de Broadway y llegaron a filmar tres películas caseras: Guiso de conejo, Una noche en la morgue y Perdidos en el loquero. Sin embargo, por errores del representante, escasez de carisma o simplemente falta de talento, los hermanos Engels no alcanzaron siquiera a ser conocidos fuera de su lugar natal, Raleigh, North Carolina.

74 - Susurros - Sergio Fabián Salinas Sixtos

Alma creyó escuchar algo: un rumor proveniente del jardín. Se estremeció y cerró la ventana. El sonido volvió, ahora dentro de la casa. Alma escuchó con atención, el sonido provenía de su recamara; ella entró sigilosa y acercó su oído a la pared. Era un susurro, una serie de palabras inconexas que tomaron sentido, decían algo muy íntimo para Alma. Ella lloró toda la noche, ajena ya a las palabras que su casa susurraba.

73 - Omisión fatal - Sergio Gaut vel Hartman

Asistió a una de las veladas literarias de la profesora Lilita Carreta con la serena convicción de que sería la estrella de la noche. Pero leyeron ficciones de Galeano, Arreola, Ranea, Monterroso, de la Serna, Frini, Hemingway, Carrillo, Lagmanovich, Ramos Signes, Avilés Fabila, Brasca, Shua, Perone y Bernal, pero a él, Amadeo Meteosat, el humilde personaje de "Ferrari a toda marcha", una microficción de 149 palabras pergeñada por Brian Taylor, ni lo nombraron.

72 - Marte - Sergio Fabián Salinas Sixtos

El polvo marciano se levantó por la pisada del primer astronauta. Millones de personas seguían la transmisión del acontecimiento por YouTube. Piedras rojizas eran el telón de fondo de los primeros exploradores. La transmisión finalizó y las personas retomaron sus actividades cotidianas. El primer astronauta en Marte dejó de ser trending topic en las redes sociales y Marte volvió a ser un lucero más en el contaminado cielo nocturno de la Tierra.

71 - La cucaracha - Fernando Andrés Puga

La roca ígnea que cayó del cielo no para de latir. Está a punto de estallar en mil pedazos. No tengo que distraerme. No debo quitarle los ojos de encima. Por nada del mundo quiero perderme los enormes fuegos de artificio que saldrán de su interior. Tengo datos precisos: precederán al último día y nadie quedará sobre la Tierra para contarlo, salvo yo, claro, que no pienso salir de mi escondite.

70 - Fiel compañero - Nélida Magdalena Gonzalez

La bruja preparó un brebaje para que Juana encuentre a su verdadero amor. La mujer, no confiaba demasiado, pero con su edad avanzada muchas posibilidades no tenía. Lo bebió mientras pensaba en un compañero ideal. Días después, llegó a su casa un hombre y le dio una caja. Ella lo miró entusiasmada, él le dio las espaldas y se fue. Juana abrió la caja, dentro de ella había un perrito.

69 - Accidente sorpresivo - Sergio Gaut vel Hartman

Estaba en la cama con Teodolinda Yerbatal, la mujer de su mejor amigo, Asís Cervera Vascularini, cuando se abrió la puerta y apareció el susodicho ACV. Le habían dicho que ACV asaltaba por sorpresa los hoteles alojamiento, ya que sospechaba que su esposa le era consuetudinariamente infiel. Pero eso no era todo: el maldito lo estaba apuntando con una Browning, dispuesto a resolver el asunto del peor modo posible.

68 - Vocación irrenunciable - Sergio Gaut vel Hartman

Siempre quiso viajar al espacio, por lo que se preparó desde niño para ser astronauta. Por ello renunció a los juegos de la infancia, a los excitantes tumultos de la adolescencia, a las delicias del amor juvenil. Decidió no formar pareja ni tener hijos. Pero finalmente lo logró.
—Es tu turno —le dijo el jefe del programa—. Te vamos a mandar al espacio.
Lo enviaron al espacio publicitario.

67 - Una nota en la puerta cancel - Fernando Andrés Puga

"Disculpame, por favor. No te merezco. No he sabido cuidarte ni he sabido apreciar tus bondades. Tu amplitud, tu luminosidad, la elegancia de tus formas clásicas. No estuve a tu altura ni un instante y terminé convirtiéndote en esta pocilga en la que ya ni ratas hay. Prefiero abandonarte antes de que te me vengas encima. Ellos prometieron no demolerte y espero que cumplan su palabra. Adiós".


66 - El pozo - Sergio Fabián Salinas Sixtos

Había en el pueblo un profundo pozo. Se decía que era una puerta al infierno. Un día un niño travieso cayó en el pozo, no se recuperó su cuerpo. Los funerales del niño duraron tres días, al cuarto día se presentó un anciano en el pueblo. Buscó a la inconsolable madre del niño, le dio un abrazo y le dijo: —No sufra más, madre, he vuelto.

65 - Un hilo invisible que viene desde el fondo de los tiempos - Fernando Andrés Puga

—¡Basta, por favor! — gritó fuera de sí el aprendiz, abrumado por el ritmo febril del maestro.
—Pero m'ijito, es que no puedo parar. Si me detengo el hilo desaparecerá sin pena ni gloria. ¿No ve cómo merma la producción día a día? No me abandone, por favor. Usted es mi última esperanza.
Resignado, el pequeño escriba regresó al teclado. Algo se le tenía que ocurrir.

64 - El aspirante a santo - José Manuel Ortiz Soto

Las deplorables condiciones en que el Cielo se encontraba le dejaron bien claro por qué, a últimas fechas, no se tenían noticias de un solo milagro. ¡Y pensar que aún lo promocionan como la mejor opción para vivir la eternidad!, se dijo decepcionado.
Luego de una reverencia en la que depuso toda aspiración divina, el discípulo fue al Infierno a ofertar su devaluada santidad.

63 - Muy, muy por debajo de la tierra roja (El constructor) - Raquel Sequeiro

Encontramos un buen puñado de hormigas. Mi hermano nunca había visto un hormiguero. Decidimos construír uno en el jardín para nosotros y Ariadna, mi perra. Ella excava y nosotros comemos tierra. Puede que te extrañe porque tú construyes casas en los árboles. Vale. Y es que nosotros somos de Marte, constructor.
—Mírale. Tiene los ojos negros.
Vimos asomar el hocico por el agujero.

62 - Un minero creativo - Sergio Gaut vel Hartman

Indalecio Torres es un autor prolífico: escribe una novela completa en cada viaje que hace desde su casa al trabajo y otra cuando regresa del trabajo a casa. No, no estoy hablando de Superman o Flashman. Indalecio, picador de rubeolita, vive en Bella Vista, provincia de Buenos Aires, y trabaja en el yacimiento minero de Puerto Bradbury, cerca de Syrtis Major, Marte.

61 - Tristeza Calendaria - Virginia Cortes

Los lunes gozan de mala fama. Los viernes son los favoritos. Los miércoles el cine cuesta la mitad. Los jueves son la previa del viernes, el día en que la gente sabe que ya pasó la cuesta de la semana. ¿Y los martes? Ahí vamos por el almanaque, totalmente ignorados, soñando con caer en 13 para llamar un poco la atención.

60 - Identidad - Héctor Ranea

Tengo más barba que mi vecino, más canas que mi hermano, menos grasa que mi tío, más huesos que un balón de fútbol, más caras que un dado, menos dedos que un guante de madera, más canillas que la ducha de un baño de camioneros, más silencio que un ataúd y menos espuma que una ola. ¿Qué soy? ¡Ojalá supiera!

59 -Superación personal- José Manuel Ortiz Soto

Perdidos entre los pliegues del tiempo quedaron los sueños de joven e impetuoso poeta. Tras el éxito comercial alcanzado por su nuevo libro, anunció que nunca volvería escribir poemas. La musa se presentó en su nuevo y lujoso apartamento y, sin mediar palabra, le cortó las manos. Ya no las necesitas, le dijo llorando. Luego saltó por la ventana.

58 - Música en libertad - Sergio Fabián Salinas Sixtos

La música envuelve la habitación, cierra los ojos y con deleite se transporta más allá de las estrellas al compás del Capricho No. 24 de Paganini; respira hondo y se deja arrastrar por la cadencia del sonido. La pieza maestra ha concluido, las luces se encienden y el prisionero es conducido al cadalso después de vivir en libertad.

57 - Monstruo - Fernando Andrés Puga

—¿Quién anda ahí? —tartamudeó dudando entre acercarse o no—. ¡Vamos! ¡Salí te digo! —y los ojos se le comenzaban a empañar al notar que la sombra crecía detrás de la cortina.
¡Uy! ¡Pobrecito! Será mejor que me vaya. Hoy tampoco parece ser el día propicio para darme a conocer. ¿Es que nunca llegará el momento oportuno?

56 - Orden en la sala - Virginia Cortés

—Se me acusa de haber matado a la reina, que soy yo, y me encuentro en perfecto estado de salud. ¡Entonces no comprendo qué juicio delirante del país de las Maravillas es este! —bramó incrédula, al borde de la histeria, acomodándose la corona y limpiándose los restos de sangre de sus manos niñas en el delantal.

55 - Encallada - Virginia Cortes

Arrastró su inútil cuerpo por la arena hasta que los músculos ya no le respondieron. Creyó que había aprendido la lección. “Quiero estar allá afuera, poder respirar oxígeno y conservar mi voz” le había precisado a la bruja del mar. El príncipe compadecido mandó a matar a la extraña ballena que cantaba como una sirena.

54 - ¡Tierra! - Fernando Andrés Puga

Como su comportamiento era insoportable, lo mandamos al carajo. Nunca imaginamos que sería justamente Rodrigo quien gritaría desde allá arriba dándonos la buena nueva. Por desgracia lo único que pudo fue verla a la distancia. Cuando al fin desembarcamos ya había sido alimento de las estúpidas gaviotas que nos acompañaban desde Puerto de Palos.

53 - Ruleta - José Manuel Ortiz Soto

Después de los sucesos que dieron fama a Hamelin, sus leyes son estrictas e inflexibles. Por ejemplo, matar un gato se castiga con la horca. A pesar de esto, los asesinos de gatos proliferan entre los amantes a los juegos de azar, que apuestan a que el animal no curse su séptima vida.

52 - PC para llave, llave para PC - Héctor Ranea

Encontré las llaves, como me dijo el dueño del bar, buscando bien en mi memoria. La desmantelé, la abrí con todo cuidado, la revisé palabra por palabra: las llaves estaban ahí. Ahora no recuerdo para qué sirven. No hay que creer en los dueños de bar, no saben qué son las memorias.

51 - El muerto del cuartel - Héctor Ranea

El centinela abrió fuego. No mató a nadie pues las llamas que ardieron a su lado fueron gráciles, gigantes, grotescas. En el medio de la noche, y al abrirlas, vio el dominio de la muerte que estaba dentro. Por eso el fuego no mató a nadie. Ya estaba muerto cuando entró.

50 - Coulrofobia - Luciano Doti

Cuando su alma recién creada flotaba en el éter, había visto de lejos a un demonio. Desde entonces, el recuerdo de su rostro había quedado grabado en su conciencia.
Ya encarnado en un ser terrenal, siendo niño, fue a un cumpleaños, y al ver el rostro del payaso, se estremeció.

49 - Consuelo - Fernando Andrés Puga

Ante la imposibilidad de volcar en el papel algo que valga la pena, me zambullo en el Candy Crash. Espero que cuando alcance el nivel 150 cambie la situación. Si no, al menos por un rato, habré superado a Sergio, que es todo un experto en este maldito juego.

48 - En el medio del Sahara - Virginia Cortes

Arrastró su inútil cuerpo por la arena hasta que los músculos ya no le respondieron. Creyó que había aprendido la lección. “Quiero estar allá afuera, poder respirar oxígeno, conservar mi voz y mi forma humana” le había precisado a la bruja del mar. Ni príncipes alrededor.

47 - En los últimos años - Virginia Cortes

Arrastró su inútil cuerpo por la arena hasta que los músculos ya no le respondieron. Creyó que había aprendido la lección. “Quiero estar donde el príncipe, respirar oxígeno, conservar mi voz y mi forma humana”. El príncipe la amó al verla. La anciana cantaba como un ángel.

46 - Así le hablaba el enano Grumpy a Blancanieves - Daniel Frini

—Acá donde me ve yo supe medir dos metros quince. Nosotros —y señaló con su mano a los otros enanos— éramos parte del equipo de básquet de Lohr. La muy guacha de su madrastra no nos perdonó que perdiéramos la final del Campeonato Regional de Baviera.

45 - El brindador - Sergio Gaut vel Hartman

—¿Usted de qué trabaja?
—De brindador.
—¿De brindador? ¿Y en qué consiste?
—Voy a las celebraciones y hago brindis ingeniosos y floridos.
—¡Qué interesante! ¿Y rinde ser brindador?, económicamente, digo.
—No, para nada, pero me permite estar borracho todo el tiempo, gratis y sin culpa.

44 - La exhibición - José Antonio Iñiguez Narváez

Cuando él abrió la puerta de la habitación, la vio semidesnuda, recostada en la cama, con la boca abierta despidiendo un rancio olor a alcohol y murmurando un nombre apenas entendible. Para él, esa fue la primera vez que creyó verse en el espejo.

43 - Desperfecto - Sergio Gaut vel Hartman

La tomografía computada y el electroencefalograma no revelaron ningún trastorno cerebral en Epifanio Temporale, pero el médico, que conocía al enfermo desde que fueran compañeros en la agrupación scout Cruz Gamada, advirtió que el liliputiense que manipulaba los controles se había vuelto loco.

42 - Martes 13 - Luciano Doti

La fecha lo hizo pensar mientras cruzaba la calle: "Yo no creo en eso del martes 13, es una superstición..."
Absorto en su pensamiento, no vio el auto que se acercaba a gran velocidad.
Cuando despertó en el hospital, era miércoles 14.

41 - Vuelta de tuerca - Sergio Fabián Salinas Sixtos

Un espectro asola al escritor, entre gritos y apariciones repentinas. El autor cansado de la vida miserable a la que es sometido por el espíritu decide escribir un cuento breve y terrorífico; ahora el fantasma aterra a los personajes del cuento.

40 - Horca - Silvia Milos

—Soy un especialista —dijo. Y miró la sombra que proyectaban sus pies al ras del suelo—. Puedo dibujar en el aire, balancear mi cabeza hasta que se caiga y dejar mis brazos desprendidos colgando de la ropa. Soy un colgado.

39 - Un estilo definido - Sergio Gaut vel Hartman

—Yo escribo cuentos dietéticos —le dije orgulloso a mi alumno preferido.
—¿Cómo es eso? —respondió él sin reprimir cierto tono burlón.
—En ellos jamás aparecen las palabras “colesterol”, “triglicéridos”, “sedentarismo” y mucho menos las tortas de la tía Clara...

38 - Perspectiva - Virginia Cortes

—María Natalia, ¡cierre la ventana por favor! ¿No ve que hace un frío de morirse? —me dice mi vecino con fuerte acento y cierta impaciencia. Cree que soy yo quien está del lado de afuera de su casa.

37 - Incertidumbre Amorosa - Virginia Cortes

—¿Pero estás bien conmigo?
—Bueno, creo que sí, aunque a la vez no sé si tanto.
—Yo siento que estás acá pero que no estás, ¿Me entendés? ¿Cómo te explico?
—¿Te traigo un gato y el pizarrón?

36 - A punto de despegar - Fernando Andrés Puga

—Falta poco.
—¿Para qué?
—Para que acabe la cuenta regresiva.
—¿Y en qué dirección cree usted que saldremos disparados? Si se puede saber.
—No lo sé, pero siempre es mejor que quedarse quieto ¿no le parece?

35 - Teoría - José Antonio Iñiguez Narváez

Por obra de un accidente, el Primer Hombre conoció el fuego y la Muerte, así también, no tardaría el Primer hombre en aquella noche larga y confortable, en conocer el idioma con un simple bostezo.

34 - Brindis final - Sergio Gaut vel Hartman

El hombre alza la copa y dice:
—Brindo por el futuro de todos los que tienen futuro. —Acto seguido ajusta la cuerda a su cuello y patea el banquito al que se había trepado.



33 - Rarezas - Serafín Gimeno

Un día brotó de mi culo un ramo de crisantemos, primero pensé que era cosa de mi flora intestinal; pero después descubrí que alguien se había adelantado a la redacción de mi obituario.

32 - Mal parido - Sergio Gaut Vel Hartman

Plantó un hijo que no floreció; tuvo un libro que no supo leer; escribió un árbol y lo llevaron preso por vandalismo. Empezó a sospechar que le habían dado mal las instrucciones.

31- No digas después que no te avisé - Fernando Andrés Puga

—¿Queeeé? —gritó por enésima vez Romeo, ensordecido por el paso del tren.
Cuando oyó, fue tarde. Julieta ya había cambiado la cerradura y estaba tirando por el balcón todas sus pertenencias.

30 - Espejismo - Nerina Panella

Ni el rojo de sus labios, ni el perfume a fresias de su colorida vestimenta; anunciaron el trágico final que se escurría a traves del hilo carmesí de su muñeca.

29 - Breve historia de la locura - Sergio Fabián Salinas Sixtos

Nabucodonosor II el Constructor, al darse cuenta de que cierto conocimiento arcano escapaba a su percepción, incendió la biblioteca de Babilonia, celoso de los pensamientos secretos que la habitaban.

28 - Conciencia de palabras - Sergio Fabián Salinas Sixtos

—Escribe un palíndromo.
Ella escribió: “Alá ata seres sosos y acurruca”.
—Eso no es un palíndromo.
—Claro que no lo es; es un palíndromo con alma de bifronte.

27 - La conformidad del hombre - Cristian Cano

Vociferaba en todo el mundo. Decía que los cotejaba un sólo espíritu y que le había llegado al alma. Nunca supo que ella fue una atea acérrima.

26 - No hay peor ciego... - Virginia Cortes

Soy ciega de nacimiento. Percibo luz y sombra, que no es poco; por lo que escucho, la mayoría de los videntes parecen percibir sólo lo segundo.

25 - Testigo - María del Pilar Jorge

Desorden, destrozos y un oscuro abandono. El único testigo es un espejo roto, que repite en sus mil fragmentos, imágenes truncas de un cuerpo ensangrentado.

24 - Extravíos - Sergio Gaut vel Hartman

—¿Me puede decir si por este camino llego a la boca?
—¿A la Boca? Está cerca. Siga derecho doscientos metros. ¿Turista?
—No, bala perdida.

23 - Efectos colaterales de la Creación - Sergio Gaut vel Hartman

—¿Y qué pensaste al pronunciar esas tres maravillosas palabras, ¡hágase la luz!
—Pensé en la cuenta que tendría que pagar al mes siguiente.

22 - Conflicto interno - José Antonio Iñiguez Narváez

Acabada una página, supo el Escritor de inmediato, que el conflicto del personaje consistiría también en encontrarle al cuento un final digno.

21 - Las cosas por su nombre - Sergio Gaut vel Hartman

Si las cucarachas fueran la especie dominante del planeta Tierra, los seres humanos correríamos por los zócalos perseguidos por muchísimas chancletas.

20 - La princesa y el sapo - Nerina Panella

Fueron los golpes de su puño los que borraron de su memoria el amor, condenándolo a la categoría de anfibio.

19 - Delirios de robot - Sergio Fabián Salinas Sixtos

El último robot que soñó despertó con mal aliento y con unas ganas terribles de formatear esos horribles recuerdos.

18 - Compañeras de dolor - José Manuel Ortiz Soto

Mi vida tampoco ha sido fácil, dijo la primera piedra, cayendo a los pies de la mujer lapidada.

17 - Bienaventuranzas XII - Daniel Frini

Felices los que están en el cadalso, al lado del verdugo, porque tienen asegurado su futuro inmediato.

16 - ¿Seguro? - Fernando Andrés Puga

Aunque llevaba puestos los guantes de látex, lo repasó todo antes de salir. Nunca se sabe.

15 - Intento de escritora - Nélida Magdalena Gonzalez

Colocaba palabras que escuchaba, en una cesta de mimbre. Luego las desparramaba sobre papeles blancos.

14 - ¡Magia! - Fernando Andrés Puga

—Los cerrás y el mundo desaparece ¿viste? —exclamó Facu con los ojos bien abiertos.

13 - Juicio - Sergio Fabián Salinas Sixtos

La profecía tenía trece palabras, ellos no hicieron caso; entonces los demonios aparecieron.

12 - Frente al espejo - José Antonio Iñiguez Narváez

Todavía la "O" añora aquellos días en que fue un "8" esbelto.

11 - Contemplación Adicional de Shrödinger - Virginia Cortes

—¿Estás vivo o no? ¡Maullame algo! No serás mudo vos, ¿no?

10 - Duda I - Daniel Frini

Dígame: la curiosidad ¿mató o no al gato de Schrödinger?

9 - Epitafio - Sergio Gaut vel Hartman

Finalmente he podido tomarme unas largas y merecidas vacaciones.

8 - Aborto - Nerina Panella

El fiscal no llegó a defender al condenado.

7 - Hipocresía - Ana Caliyuri

Caminaba cabizbajo, necesitaba sostener la máscara diaria.

6 - El creador decide pergeñar un universo de seis palabras y lo consigue - Sergio Gaut vel Hartman

—¡Hágase la ficción! —Y se hizo.

5 - Puente - Cristian Cano

Escribo para desenterrar situaciones muertas.

4 - Infidelidad - Fernando Andrés Puga

—¡Alégrate! No es contagioso.

3 - Punta de lanza - Cristian Cano

Escribo para conocerme.

2 - Pena de muerte - Caro Fernández

Sí, quiero.

1 - Soy - Cristian Cano

Escribo.

0 - Opinión pública - Caro Helga Fernández

viernes, 9 de agosto de 2013

Cuenta regresiva de Javier López




39 - Música campestre
Dos hojas caían de un árbol a merced de la brisa, siguiendo un movimiento de vaivén que se antojaba el de las manos de un director de orquesta.
Los pájaros que lo observaban no tardaron en interpretar la melodía.

38 - Tecnoilógico
Desde el espacio recibimos un mensaje en código que revelaba los últimos secretos del universo. Siglos después nuestra tecnología fue suficiente para que los descubriéramos por nosotros mismos. Eso sí: seguimos sin saber qué demonios decía el código.

37 - Mensaje oculto
La inspeccioné bajo todos los ángulos, sin encontrar el mensaje fijado al cuerpo del cansado animal.
Poco después, la paloma comenzó a picotear sobre la mesa. Lo hizo hasta que pude reconocer las secuencias de puntos y rayas.

36 - Solución de urgencia
El oráculo me dijo que visitara a una pitonisa. La pitonisa, a una echadora de cartas. Ésta me aconsejó a una quiromántica. Finalmente, cansado de dar vueltas, me decidí por llamar a una vidente por teléfono.

35 - Mala memoria
Millones de años después, Dios recordó que había creado un planeta habitado en un rincón perdido de la Vía Láctea. Cuando quiso comprobar cómo funcionaban las cosas en ese lugar, sólo encontró polvo y olvido.

34 - Desde la oscuridad
Pese a que se había herido ambas manos, el maestro de sombras chinescas no quiso suspender su actuación. Ese día todos pudimos ver cómo los cuerpos de sus personajes aparecían, desgarrados, entre las sombras.

33 - Oui ja ja
Iniciamos la sesión espiritista para contactar con el más allá. Comienzan a llegarnos sonidos y palabras ininteligibles. Tratamos de aguzar el oído y prestar más atención. Entonces descubrimos que la médium es tartamuda.

32 - Plato caliente
Dicen que la venganza es un plato que se sirve frío. Pero yo se lo pasé por el microondas hasta que estuvo hirviendo, para que además se quemara la lengua al probarlo.

31 - Tiempo extra
Proust vivió unos días más de lo que dicen sus biógrafos. Buscó dentro de su reloj de bolsillo y, entre los engranajes, encontró fragmentos del tiempo que se le había perdido.

30 - Indigestión
Los artistas del Gran Circo estaban preocupados. El león hacía semanas que había enfermado y hubo que suspender las actuaciones.
Dicen que no había podido digerir la muerte del domador.

29 - Agasajado
Le hicieron una gran fiesta de despedida. Lo pasaban tan bien que no veían el momento de bajarlo. Hacía rato que la fosa estaba abierta y las cuerdas atadas.

28 - Ecología divina
Él no podía considerarse un buen dios si no trataba de adaptarse a los cambios. Comenzó sustituyendo algunas luces del final del túnel por lámparas de bajo consumo.

27 - Enfermedad laboral
Lo que más teme de su trabajo un empleado del subsuelo es la hora a la que finaliza. Entonces tiene que volver a subir a las calles.

26 - ¡Corten!
Durante el rodaje, el director de escena tuvo que dar órdenes para que retiraran aquel llamativo sillón rojo del plató. Había estado todo el tiempo sobreactuando.

25 - Pánico sofocado
Desde la entrada a la fortaleza salían gritos de terror conforme se acercaban aquellos bárbaros armados a caballo. El puente levadizo le tapó la boca.

24 - Funcionamiento correcto
Sonó el timbre. Miró y sólo vio un dedo pegado al interruptor. El exterminador de visitas había funcionado tal y como prometía la publicidad.

23 - En el muro
Siempre había asumido los acontecimientos familiares mirando a la vida de frente. Era un retrato de antepasado, colgado en la pared del salón.

22 - Realidad y ficción
La única diferencia entre la biografía y la novela es que los personajes reales sí que cometen actos que nadie podría creer.

21 - Capacidad de adaptación
Poco a poco nuestras ciudades se han ido inundando. Comenzamos a usar cartas de navegación para desplazarnos cotidianamente por las calles.

20 - A mano armada
Cuando lo acorralaron durante el robo al Museo, decidió tomar un lienzo como rehén, apuntando a la sien del retrato.

19 - El mapa de la vida
Cuando nacemos nuestra piel es como un planisferio. Con el paso de los años, el mapa va adquiriendo relieve.

18 - Punto de partida
La ignorancia es la madre de todas las ciencias. A partir de ella, se puede aprender cualquier cosa.

17 - Irrefutable
Del sueño me traje una prueba, para saber que lo que estaba ocurriendo no era un sueño.

16 - Ciudad sitiada
Cedió tras el asedio, entregándole las llaves de la ciudad. Una vez fuera, cambió la cerradura.

15 - No entendí la broma
Sus matones se reían a carcajadas, cuando el sicario me dio el tiro de gracia.

14 - La estrategia del avestruz
Cuando una estrella fugaz pierde sus ilusiones, busca desesperadamente un agujero negro donde esconderse.

13 - Previsible
Olvidé lo que iba a decirte. Aún así, tú ya me habías entendido.

12 - Mudo
Siempre he preferido el ruido, porque el silencio no me dice nada.

11 - Aterrizaje forzoso
Hacía tiempo que al aviador se le había perdido la pista.

10 - Robo en cadena
Mientras el barco atracaba, aprovechó para desvalijar a los pasajeros.

9 - Atuendo correcto
El cuentacuentos siempre iba a su trabajo pulcramente encuadernado.

8 - En la vía
Nuestras miradas se cruzaron a nivel, sin barreras.

7 - Buen recibimiento
En el infierno tuve una cálida acogida.

6 - Pago bien
Compro cuota de pecados no cometidos.

5 - Fama
El suicida sólo buscaba la inmortalidad.

4 - Anuncio breve
Se busca razón perdida.

3 - Día de campo
¡Malditas estas termitas!

2 - Microficción redonda en dos palabras
Círculos concéntricos

1 - ¿Promesa o amenaza?
Volveré

0 - El despegue 

Imagen: Fernando Botero "Hombre con perro"

sábado, 3 de agosto de 2013

Cuenta regresiva de varios autores N° 4




39 – Desamor – Oriana Pickmann
Cuando lo tenía cerca, podía sentir mariposas en su estómago. Con el transcurrir del tiempo, éstas volaron y ella sintió un gran vacío. No se le ocurrió algo mejor que comer flores antes de encontrarse con él y esperar...

38 - El escritor - Carlos Feinstein
Prefería las minificciones, cada vez mas cortas. El oficio lo educó en la eficiencia, con precisión de relojero ubicaba cada palabra y sus diferentes significados. Hoy sigue escribiendo, pero sus relatos son crípticos, obscuros, inentendibles para los humanos.

37 - Cerca de Tebas - Sergio Gaut vel Hartman & Saurio
—¿Usted es un ser humano?
—Si. ¿No se dio cuenta de que camino en cuatro patas a la mañana, en dos a la tarde y en tres a la noche?
—No —dijo la esfinge, y se suicidó.

36 - Final triste - Sergio Gaut vel Hartman
Trató de pensar en una buena forma de gastar los doscientos caracteres que le habían otorgado, pero no se le ocurrió nada inteligente. “Moriré como una vela que se apaga”, se dijo. Y así murió nomás.

35 - Naipes - Cristian Mitelman
¨Un golpe de suerte, sólo un golpe de suerte¨, se dice el apostador. Y la suerte llega sobre el final, cuando salta por la ventana y evita la humillación de que le cobren las deudas.

34 - La guerra de los Ovnis - Carlos Feinstein
El ataque extraterrestre fue brutal, no usaron ningún rayo, ni armas de partículas. Provocaron que los humanos pudieran leerse el pesamiento entre ellos. La matanza producto del ataque de furia no se hizo esperar.

33 - Tren - Héctor Ranea
Bajé por segundos pero el tren partió sin que me diera cuenta. En la noche, sólo escuchaba una campana silenciosa desde el fondo del mar vecino. Desperté y el mar no estaba ahí.

32 - Realidad cruda - Héctor Ranea & Sergio Gaut vel Hartman
Hizo tasar cada uno de sus órganos. Le daban tan poco que resolvió regalar todo su cuerpo a un restaurant para parroquianos de paladar negro. No lo aceptaron; tenía el cerebro cocinado.

31 - Ética para Hui Tzu - Saurio
Chuang Tzu estaba deprimido. Cada vez que le quería explicar filosofía a su hijo, a este todo le parecía chino básico.
—Más me valdría ser mariposa y volar de aquí —pensó.

30 - Magos - Antonio J. Cebrián
El niño, consciente de sus errores, pidió carbón a los Reyes Magos. Éstos, consternados, le dejaron montones de juguetes. Al verlos, el niño ucraniano pensó: “otro invierno muerto de frío”.

29 - Geniecillo travieso - Nanim Rekacz
Pedí al genio de los deseos poder seguirte a todos lados para vigilar qué hacías cuando te ibas de mi presencia. Nunca pensé que me convertiría en una mosca.

27 - Manipulación genética - Héctor Ranea
Los nuevos clones de rata, en el laboratorio, hacen taxonomía. Clasifican poemas y literatura, en general. Trabajan jornada completa, pero se dedican con más fruición a cantar.

26 - El discreto encanto de rebotar - Saurio & Héctor Ranea
Mi mejor idea se escapó con mi imagen. Cada vez que me tengo que peinar, me pongo los anteojos oscuros para no verla con ese otro.

25 - Ojos - Carmen Carrillo & Sergio Gaut vel Hartman
La primera vez que te vi, cuando todavía era ciego, sentí mi corazón estallar de amor. Malinterpreté la sensación. En realidad reventó de un infarto.

24 - Desnudos e inmóviles - Nanim Rekacz
Para visitar ese museo había que quitarse la ropa y posar como estatuas. Aquellos que se contracturaban pasaban a formar parte de la exposición.

23 - Rafael Vázquez
Sobre una cinta de Moebius una liebre adelanta continuamente a una tortuga, que avanza despacio sabedora que ganará el que viva más tiempo.

22 - Para combatir perversos vicios - Jericles
A fin de curarse su adicción al control remoto, el tipito decidió vender el nocivo aparato y se compró un hermoso televisor.

21 – Oliverio Girondo
El cemento armado nos proporciona una satisfacción semejante a la de pasarnos la mano por la cara, después de habernos afeitado.

20 - Rafael Vázquez
Conté mis recuerdos infantiles a todas las personas presentes en ellos y nadie incluidos mis padres me recordaba ni remotamente.

19 - Asuntos legales – Sergio Gaut vel Hartman
Los camiones hidrantes rociaron a los manifestantes con pintura azul. Los pitufos han presentado demandas por violación del copyright.

18 - Rafael Vázquez
La vida no reside en el caracol, viscosidad dormida. La vida reside en su concha, ciega, insensible, dura.

17 - Oriana Pickmann
Cuando somos niños, los minutos duran varias horas. Cuando somos adultos, las horas duran unos pocos minutos.

16 - Exhibicionista - Saturnino Rodríguez Riverón
Un minicuento se despojó del sombrero, la ropa y los zapatos, y quedó en letras menores.

15 – Tormentas lejanas - María del Pilar Jorge
El prolongado retumbar del trueno escarbaba en su memoria, despertando el eco de recuerdos añejos.

14 - Problemas - Oriana Pickmann
Siempre se quejaba de que se le venía el mundo encima. Aparentemente, murió aplastado.

13 - El ensayista a una poetisa - Saturnino Rodríguez Riverón
Para su primer libro hice la introducción. Después hube de hacerle sucesivas introducciones.

12 - Javier López
Para eliminar las raíces de un árbol, hay que elevarlo al cuadrado.

11 - Bajo la cama - José Luis Zárate
Los temerosos guardan un hada bajo la cama. Los afortunados: encima.

10 - Ramón Gómez de la Serna
Al serrar una madera suena el pato que llevaba dentro.

9 - Ramón Gómez de la Serna
La Q es un gato que perdió la cabeza.

8 - Apóstol - Javier López
Llamó Mateo al discípulo que no creía en Él.

7 - Gilda Manso
Nada que digas podrá sacarme de aquí.

6 - Ramón Gómez de la Serna
La pulga hace guitarrista al perro.

5 - Duda existencial - Gilda Manso
Me vendieron un espejo vacío.

4 - Incompatibilidad de caracteres - Saturnino Rodríguez Riverón
Yo, lírico. Ella, dramática.

3 - Gilda Manso
Nunca digo nunca.

2 - Palabras de esperanza - María del Pilar Jorge
Hasta mañana.

1 - Última palabra - María del Pilar Jorge
Adios.

0 – No tengo más palabras – Nanim Rekacz


Ilustración de André Martins de Barros

jueves, 1 de agosto de 2013

Cuenta regresiva de varios autores Nº 3



39 – Civilizadamente – Nanim Rekacz
En nuestras guerras acordamos el número de muertos correspondiente a cada bando y lo respetamos estrictamente para evitar una contienda desmadrada. Saber con seguridad que uno va a morir es mejor que ignorar si se va a regresar vivo.

38 - Dicen que la distancia es el olvido - Héctor Ranea
—No podré amarte cuando estés lejos —dije llorándole en sus ojos.
Sin decir nada terminó de vestirse con una mueca de desprecio. La ayudé con el impermeable y a acomodarse el sombrero. Afuera es noche, y llueve tanto.

37 – Impresiones fulminantes – Oriana Pickmann
En el mismo instante en que la vio, sintió un calor inmenso en su corazón. Fue un momento lleno de sensaciones. Murió de un infarto luego de encontrar a su mujer en la cama con otro hombre.

36 – Giraluna – Esteban Dublín
Por fin, después de múltiples señalamientos de sus compañeros y de noches enteras de frío y de revolución esperando que le mostrara su otra cara, la luna lo miró. Desde esa noche, dejó de llamarse girasol.

35 – Tormentas – María del Pilar Jorge
Las nubes derraman su llanto de agua sobre los vidrios cerrados de las ventanas. Ventanas que el viento sacude, mientras golpea mi puerta. Pero no me engaña, sé que lo acompañan fantasmas que deseo olvidar.

34 - Cyrano - Héctor Ranea
Cyrano deslució apenas el espectáculo de la nave Apolo XII en la Luna. Todos estaban tan pendientes del pie de Armstrong, que pocos vieron que éste pisaba la sombra de la nariz del francés.

33 - Verdad inapelable - Carlos Feinstein
Al principio me llamaba la atención lo descortés que es la gente, todo el mundo actuaba como si yo no existiera. Ni siquiera me miraban a la cara. Ahora lo sé, estoy muerto.

32 - Tarde - Antonio J. Cebrián
Tras la llamada, se dirigió hacia la ventana y saltó. Cuando iba por el aire, sonó su móvil.
—¿Sí?
—Oye, que lo de antes era una broma, que las acciones han subido.

31 - Náufragos - Sergio Gaut vel Hartman
Odiseo de Itaca, Lemuel Gulliver, Róbinson Crusoe y Tom Hanks naufragan en la misma isla. Se llevan pésimamente mal, hasta que logran coincidir en algo.
—¡Truco!
—¡Mus!
—¡Jaque mate!
—¡Las cuarenta!

30 - Ironías – Oriana Pickmann
Le habían enseñado muy bien a mirar a ambos lados de la autopista antes de cruzar y él era sumamente cuidadoso. Realmente nunca esperó que le cayera un meteorito encima.

29 - Insomnio para un sueño - Saturnino Rodríguez Riverón
Apenas cerraba los ojos, llegaba el truhán a hundirle la pistola en las costillas. Hace cuatro noches lo vigila, husmea su silueta, presiente sus pasos, pero no se duerme.

28 - Inocencia perdida - Nacho Viñuela
Con el tiempo, acabó por descubrir que sus padres eran no sólo los reyes Magos y el ratoncito Pérez, sino sobre todo el monstruo debajo de la cama.

27 – Amor post mortem – Nanim Rekacz
—Se muere de desamor, no de amor  —dijiste, mientras te apuntabas el caño del revólver en la sien.
Al amar a tu cadáver me volví dolorosamente eterno.

26 - Algunas otras posibilidades – Sergio Gaut vel Hartman
Vladimir Illich Uliánov, Lenin, nació el 10 de abril de 1870. Si no hubiera nacido, el marxismo-leninismo podría haberse llamado marxismo-lopezista, marxismo-levinista, marxismo-saurista, ¡vaya a adivinar!

25 - Ramón Gómez de la Serna
Hay frases que exigen que se las escriba sin explicaciones: "El pulpo encadenado"... "El esqueleto alegre del teatro"... "Los helechos padres de la niebla", etc.

24 - Ejecuciones – Oriana Pickmann
Aquel día llovió, extrañamente, hacia arriba. Contra mi voluntad, me vi obligada a cumplir aquella promesa que hice hace años y casarme con él.

23 - La bella - Saturnino Rodríguez Riverón
Qué haces, cerebro, necesito introducir cierta información, algunos datos importantes para nuestro futuro, y tú tienes la imagen suya repetida en cada neurona.

22 - Viejo viaje - Juanjo Muñoz
Después de un largo viaje, llegó, por fin, a un país en el que no había nada, nadie. Ni siquiera él mismo.

21 - José Luis Zárate
El único caso de apoteósico orgasmo mecánico se registro cuando conectaron el detector de mentiras en el Ministerio de la Verdad.

20 Pretexto - María del Pilar Jorge
Partió, después de decirle a su mujer que iba a comprar cigarrillos. Lo extraño era que él nunca había fumado. 

19 - Rafael Vázquez
Porque se crió en una galería de arte contemporáneo, aquella gallina ponía huevos cuadrados, precedidos de un gran alboroto.

18 – Oliverio Girondo
Lo prodigioso no es que Van Gogh se haya cortado la oreja, sino que haya conservado la otra.

17 - Karma - Sergio Gaut vel Hartman
Philip K. Dick escribe sus ficciones a la carrera, mientras huye de los fantasmas que va creando.

16 - Maricela Torres
Las palpitaciones aumentaban, la ciudad iba a sufrir un ataque cardíaco: tenía bloqueadas las arterias viales.

15 - Javier López
No se suicidó ese día. El horóscopo le advirtió que tuviera cuidado con los accidentes.

14 - Presentimiento tardío - Begoña Borgoña
—Mi vida, tuve una pesadilla.
—Guarda la compostura; es el velorio de nuestro hijo.

13 - Rafael Vázquez
La vida pende de un hilo. Y éste, de otro aún más fino.

12 - Ramón Gómez de la Serna
Escribir es que le dejen a uno llorar y reír a solas.

11 - Javier López
Nunca me llamaste por mi nombre. Siempre lo hiciste por teléfono.

10 - Gilda Manso
Llego al lugar. Todo vacío y vos ahí, hermoso, omnipresente.

9 - Gilda Manso
Te adivino. ¿Qué hacer para que no lo notes?

8 - Gilda Manso
Cierro los ojos para que no me veas.

7 - Malentendido - Begoña Borgoña
Sólo necesitaba que le quemaran la verruga. 

6 - Ramón Gómez de la Serna
El cocodrilo es un zapato desclavado.

5 - Aclaración - Antonio J. Cebrián
—¿Cuántos de vosotros sobrevivísteis?
—Ninguno.

4 - Extinción denegada - Saturnino Rodríguez Riverón
—Dí no, saurio.
—No.

3 - Historia universal - Esteban Dublín
Inicio, nudo, desenlace

2 - Laura Ramírez Vides
Hoy no.

1 - Fui a hacer puenting y olvidé la cuerda - Javier López & Sergio Gaut vel Hartman
—AAAAAAAAAaaaaaaaaaa...


La ilustración es una pintura de Marc Chagall.