lunes, 29 de julio de 2013

Cuenta regresiva de varios autores N° 1


39 – Hartazgo – Oriana Pickmann
Estaba cansado de que la gente sólo acudiera a él para pedirle cosas y que nunca se lo agradecieran. Lo que más deseaba era desaparecer, no ser más, morir. Pero, para Dios, esto de ser inmortal le causaba problemas.

38 – Reposo – Begoña Borgoña
Sólo necesitaba dónde estar a solas en un refugio silencioso donde no pudiera saber siquiera el día que corría. Pero ni eso pude conseguir; gracias a las estúpidas flores que tienes a bien traerme, sé cuando es domingo.

37 – Ejercicio expiatorio – Alejandro Ramírez Giraldo
Cada noche acudo a la escena del crimen e intento evadir el golpe mortal que me costó la vida. Allí también está el homicida y juntos intentamos reconstruir esa noche funesta como un pequeño acto de contrición.

36 – Mastuerzo – Héctor Ranea
La curandera sentenció: —Mastuerzo para los ojos saltones. —Y se durmió. Él recolectó tanto mastuerzo que la tisana le hizo entrar los ojos al abismo. Lo que ahora ve de él, ya no le gusta nada.

35 – Cacería – Cristian Mitelman
Canes persiguen liebres. Hombres van detrás de los canes. Hombres van detrás de los hombres que van detrás de los canes. La liebre logra esconderse. Quedan canes y hombre. No. Quedan hombres-canes. Homo lupus homini.

34 – Costumbres raras – Daniel Frini
―¡Ahí viene otra vez! ¡Escóndanse! —dijo el sapo más viejo.
—¡Te llena la jeta de saliva! —acotó un sapito.
—¡Repugnante! —sentenció el sapo educado.
La princesa, etérea, radiante, iniciaba su ronda habitual de besos.

33 – Samanta Ortega
El héroe necesita su costado humano. Ese que nos haga ver que de sus ojos también brotarán lágrimas, aunque no lleguen a traspasar sus bordes. De lo contrario nunca será héroe sino villano.

32 – Cercanía – Saturnino Rodríguez Riverón
El editor me solicitó cinco haikús para cerrar el libro. Me puse en guardia y rechacé la petición. Ya es bastante sospechoso que sólo escriba minicuentos. ¡Como si yo fuera poco escritor!

31 – Amistades – Sergio Gaut vel Hartman
Jack London, París Hilton e Irving Berlin trataron de convencer a Sofia Loren de que conociera a Manuel Belgrado. Ella rehusó. —No me gustan los tipos que hacen bandera —dijo irritada.

30 – Gaucho – Héctor Ranea
Montaba el caballo blanco durante las tormentas eléctricas. Tomaba grapa guacha los domingos. Domaba potros tremendos. Y sobrevivió a todo, menos a un mate cebado por la hija del puestero.

29 – Dieta estricta – María del Pilar Jorge
Mientras su mujer devoraba la última empanada que quedaba en el plato, el hombre obeso advirtió como se desvanecía, una vez más, su posibilidad de salirse de la dieta.

28 – Cuervo enamorado – Héctor Ranea
¿Desde cuándo estará enamorado el cuervo de mi cuadra, que cada vez que le doy de comer me recita John Donne en lugar del acostumbrado tango de Carriego?

27 – Venganza – Esteban Dublín
Todos los hombres que conozco están cortados con la misma tijera. Y todos hacen la misma cara de terror cuando se las estoy clavando en el corazón.

26 – Reflejos – Javier López
Mi vecino tuvo la genial idea de construirse una casa de espejos frente a mi casa de espejos.
Desde entonces ambos vagamos entre los miles de reflejos repetidos, sin encontrar la entrada de nuestras respectivas viviendas.

25 – Cuento policial – María del Pilar Jorge
Aún me tortura la expresión de su mirada esquiva, que sigue fija en mí. Descubro sangre escurriéndose de mis manos, y no es la mía.

24 – Boxeo – Cristian Mitelman
Y yo, tan cerca de la gloria. ¿De dónde sacó ese golpe? ¿Cómo recibí ese golpe? ¿Sigo soñando? ¿Me he despertado? ¿Despertaré algún día?

23 – Maricela Torres
Regresó a su pueblo. Todo estaba tal como lo dejó: el desayuno en la mesa, la escopeta en un rincón, sus padres muertos.

22 – Asedio – Sergio Gaut vel Hartman
—Esa dama me acosa.
—Es tu primera vez, ¿verdad? —dijo el alfil contemplando con afecto al joven peón—. Ya te acostumbrarás.

21 – Anticuento nihilista – Juanjo Muñoz
No érase ninguna vez, en ninguna parte, nada ni nadie... Esto no es un cuento. No pienses que lo has leído.

20 – Rafael Vázquez
En el infierno el diablo hace alquimia con las almas para conocer sus propiedades y poder crear torturas más sutiles.

19 – El sello de la muerte – Juanjo Muñoz
Estimado señor forense: sin querer desmerecer su criterio, me gustaría aclararle que la causa de mi muerte fue otra.

18 – Frustración – Begoña Borgoña
No quería tener contacto con persona alguna. Ahora no sé cómo pedir que me desconecten del respirador artificial.

17 – Tiempo – Esteban Dublín
—¿Qué haces aquí? —preguntó la muerte.
—Me cansé de esperarte —respondió el anciano—. Vengo por ti.

16 – XXI – José Luis Zárate
La orgullosa construcción sólo era conservada porque contenía una muestra del graffiti urbano del siglo XXI.

15 – Cuenternet – Juanjo Muñoz
Caperucita 2.0 no encuentra al lobo en Tuenti. Cenicienta se descarga madrastras. Pinocho manda spam.

14 – Olga Appiani de Linares
Yo temo. Tú lloras. Él odia. Ella incita. Nosotros huimos. Vosotros delatáis. Ellos matan.

13 – Javier López
La vida es eso que conforme va pasando te va quitando la vida.

12 – Jesús Gómez Fernández
Era acomplejado y masoquista: se encerró entre cuatro espejos para torturarse eternamente.

11 – Monarca ilustrado - Javier López
Publican una caricatura del rey en una revista de humor.

10 – Avisos clasificado - Sergio Gaut vel Hartman
Vendo planeta habitado. Excelente estado. Oportunidad única. Línea directa 34672732367.

9 – Ramón Gómez de la Serna
Golf: juego para ratones que se han vuelto ricos.

8 – Oriana Pickmann
Estaba agotada, ya no habían más como ella.

7 – Samanta Ortega
El trabajo dignifica, sí, pero también anestesia.

6 – Devolución postal - Saturnino Rodríguez Riverón
Carta bomba mata remitente. Destinatario desconocido.

5 – Ramón Gómez de la Serna
El pez está siempre de perfil.

3 – Rafael Vázquez
Fantasmas: almas zombies

2 – Mujer de mis sueños – Saturnino Rodríguez Riverón
Desperté divorciado.

1 – El universo después del Apocalipsis – Gilda Manso
Espero.

0 – El día que deje de quererte – Miguel Dorelo



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